El 25 de marzo hizo un mes desde que doné sangre por primera vez para conseguir uno de mis propósitos: Ser donante de sangre.
¿Que por qué llegué a tomar esta decisión? Muy sencilla.
Mi abuelo fue donante de sangre durante muchos años, pero tuvo que dejar de donar por su edad. Mi madre también lo fue, pero por menos tiempo. Y yo quería sentirme como ellos, sentirme altruista al donar mi sangre para otras personas que lo necesitaban.
Tardé tiempo en poder conseguir este propósito, entre que me decidía o no (ya que no me gustan las agujas y la sangre) y que hubo una serie de obstáculos que me lo impidieron (HASTA AHORA) tardé un poco en poder hacer la primera donación.